Søren Kragh-Jacobsen. Dinamarca/Suecia. 1999. 98 min.
Versión libre y lenta de Mifune.
Están ahí, sentados en la mesa. Sin más comunicación que el tedio del día. Sin más vida que la que tienen. Sólo están ahí, los cuatro, comiendo cualquier cosa, fruto de la tierra y el trabajo del hombre. Porque en el campo, el hombre trabaja para tener a alguien que haga el amor y de comer. Ese alguien, tiene sexo y cocina para tener un lugar en donde pasar el resto de su vida junto a sus hijos. Los hijos hombres, viven para vivir como vivió su padre. Las hijas callan, cocinan y tienen sexo para conseguir un hombre que les brinde un lugar parecido a su hogar. Hogar, que es hogar, únicamente en horas de comida; puntuales, 7:00 am, 1:00 pm, y 7:00 pm. Ahí. En una mesa pequeña, y el reloj marcando las 7:15 pm, se encuentra Kresten, y al frente Liva, su mujer. Los dos hijos, Rud, a un lado de la mesa, y Bjarke al otro.
Sólo, están, ahí, en una mesa, los cuatro, comiendo, sin hablar.
"La vida es un gran pedazo de caca, del cual tenés que comer a diario." Mifune
¡Por eso trabaja duro!
Versión libre y psicópata de Mifune.
Estamos sentados en la mesa, comiendo una mierda de sopa que cocinó Liva, el ama de llaves, que en este momento me mira con desprecio, como se mira a los campesinos. Pero la muy perra ignora que soy un hombre de negocios, y que estoy en esta pocilga, por la muerte de mi anciano y secreto padre; y por Rud, mi hermano mongólico, que hace figuras en el aire con la cuchara repleta de sopa, untando al pobre Bjarke, el estúpido hermano de Liva.
Los miro a todos tres ahí sentados, tan inocentes y ridículos, sin saber que hoy, es el último día de sus vidas. Lo malo, es que todavía no he decidido cómo matarlos; ¿Uno por uno, torturándolos hasta la muerte? ¿O todos juntos? Esta indecisión me pone de mal humor, y me retiro de la mesa. Ya en la habitación, preparando las cosas de esta noche, para terminar de una vez por todas esta idiotez, pienso: "La vida es un gran pedazo de caca, del cual tenés que comer a diario".
- Lo único seguro, Kresten, es que van a sufrir, me digo a mí mismo, para darme un poco de ánimo antes de empezar mi hobby favorito: convertirme en Mifune.
Versión original de Mifune.
Kresten. Un hombre recién casado con una mujer adinerada.
Bjarke. Un niño rebelde que está enamorado de mi coño rosado.
Rud. Un retrasado mental que sueña con extraterrestres.
Y yo, Liva. Una joven prostituta asediada por un maniático.
Nos encontramos sentados en la mesa de una de una vieja granja de Dinamarca, formando una bella familia que se ama y se quiere. Porque todos en el fondo (incluso Rud) sabemos, que la vida es un gran pedazo de caca, del cual tenés que comer a diario. Y la forma más conocida e inteligente de vivirla, es en conjunto, para que los bocados sean cada vez más pequeños.
Texto en Pulpmovies.org
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